El Balneario El Texcal, ubicado en el municipio de Jiutepec, Morelos, es una joya escondida para quienes buscan una experiencia auténtica de contacto con la naturaleza, aguas cristalinas y paisajes impresionantes.
A tan solo 20 minutos de Cuernavaca y a poco más de una hora de la Ciudad de México, este lugar ofrece una alternativa refrescante, económica y tranquila para escapar del bullicio urbano sin tener que recorrer largas distancias.
El entorno natural que rodea al Texcal es de origen volcánico. Se encuentra dentro del Área Natural Protegida del Cerro del Tepozteco, lo que le da un ambiente montañoso y semitropical que lo convierte en un refugio ideal para los amantes del ecoturismo, la aventura y el descanso. Su nombre proviene del náhuatl y significa “en el peñasco de piedras”, aludiendo a las formaciones rocosas que dominan el paisaje.
Historia y tradición
Este balneario tiene una fuerte conexión con las comunidades locales, quienes lo han conservado con un enfoque comunitario y sustentable. A diferencia de parques acuáticos de grandes cadenas, El Texcal mantiene un estilo más rústico y natural, sin grandes toboganes ni atracciones mecánicas, pero con un valor agregado que muchos visitantes buscan: autenticidad, tranquilidad y belleza natural.
El agua que abastece las albercas del Texcal proviene de manantiales subterráneos que emergen en pozas y canales de piedra. Estas aguas, frías y puras, son ideales para refrescarse en los días calurosos que caracterizan al estado de Morelos durante gran parte del año. Se dice que incluso poseen propiedades curativas gracias a su pureza y a la presencia de minerales.
Un entorno para el descanso y la contemplación
El principal atractivo del Texcal es, sin duda, su impresionante poza natural alimentada por manantiales. Rodeada de peñascos, vegetación silvestre y árboles altos, la poza tiene una profundidad que puede variar dependiendo de la temporada, por lo que es importante respetar las zonas señalizadas para bañarse con seguridad.
Los visitantes pueden nadar en estas aguas cristalinas, practicar clavados desde las piedras —en las zonas permitidas— o simplemente sentarse en las orillas a contemplar el paisaje. A diferencia de otros balnearios, aquí el ritmo es pausado, lo que invita a relajarse, leer un libro o convivir en familia sin prisas ni multitudes.
Senderismo, exploración y contacto con la naturaleza
El entorno del balneario también permite realizar caminatas por senderos naturales que atraviesan zonas boscosas y miradores con vistas espectaculares hacia el Valle de Cuernavaca. Algunas rutas conducen a antiguos caminos prehispánicos, vestigios arqueológicos menores y formaciones geológicas que han fascinado a geólogos y estudiosos de la región.
Estas actividades hacen de El Texcal un destino interesante no solo para nadar, sino también para quienes desean practicar senderismo, fotografía de paisaje o simplemente sumergirse en el ambiente natural. La flora local incluye huizaches, nopales, yucas y árboles frondosos, mientras que es posible observar aves, mariposas y pequeños reptiles propios de la región.
Servicios básicos y ambiente familiar
El balneario cuenta con los servicios básicos necesarios para pasar un día agradable: sanitarios, vestidores, regaderas, áreas de descanso y algunas palapas con mesas para comer. También es posible llevar alimentos y hacer picnic, siempre con la indicación de mantener la limpieza y respetar el entorno. En días de alta afluencia, hay puestos con antojitos, bebidas frescas y dulces típicos que ofrecen las comunidades cercanas.
El ambiente es completamente familiar. No se permite el ingreso con bebidas alcohólicas ni objetos de vidrio, y se mantiene vigilancia en las zonas de nado para evitar accidentes. Esto ha hecho que el Texcal sea especialmente popular entre familias que buscan un lugar seguro y económico para llevar a los niños a disfrutar del agua y la naturaleza.
Economía local y turismo comunitario
Visitar El Texcal también es una forma de apoyar el turismo local y el desarrollo sustentable de las comunidades que habitan en los alrededores del parque. Muchos de los trabajadores y proveedores del balneario pertenecen a ejidos y colectivos que participan activamente en su conservación y manejo. Esto significa que el dinero que se paga por la entrada tiene un impacto directo en las economías locales, fomentando el respeto por el medio ambiente y la identidad cultural de la región.
Además, algunos grupos organizan actividades complementarias como talleres de educación ambiental, visitas guiadas por el cerro, venta de artesanías y presentaciones culturales. Todo esto refuerza el valor del Texcal como un destino que trasciende la recreación acuática para convertirse en una experiencia integral de contacto con lo natural y lo comunitario.
Costos accesibles y recomendaciones
Uno de los grandes atractivos del Texcal es su accesibilidad. La entrada general tiene un costo bajo en comparación con otros balnearios comerciales, lo cual lo convierte en una opción ideal para estudiantes, familias grandes y viajeros que buscan alternativas económicas sin sacrificar la calidad de la experiencia.
El acceso puede realizarse en transporte público desde Cuernavaca o en vehículo particular. Es recomendable llegar temprano, especialmente en fines de semana o días festivos, para asegurar un buen lugar y disfrutar del espacio con mayor tranquilidad. También se sugiere llevar traje de baño, ropa cómoda, protector solar, agua potable y bolsas para recoger la basura.
Al estar dentro de un Área Natural Protegida, se recomienda seguir todas las indicaciones de los cuidadores y evitar cualquier actividad que pueda dañar el ecosistema. No está permitido el uso de bocinas a alto volumen, fogatas, ni acampar dentro del balneario.
Un refugio natural con identidad propia
En tiempos donde la mayoría de los parques acuáticos buscan atraer con megaproyectos, toboganes gigantes y animadores, El Texcal ofrece una experiencia radicalmente distinta. Aquí, el protagonista es el entorno natural: las piedras, los manantiales, el canto de las aves y el murmullo del agua corriendo entre las rocas.
Este balneario es perfecto para quienes valoran el silencio, la autenticidad y el vínculo profundo con el territorio. Es también un recordatorio de que los mejores momentos no siempre requieren de grandes presupuestos ni de espectáculos artificiales, sino de lugares que nos inviten a volver al origen, a la sencillez del agua y la tierra.
Ideal para una escapada cercana
Ya sea como destino principal de un viaje corto o como parada dentro de una ruta más amplia por el estado de Morelos, el Balneario El Texcal merece un lugar en la lista de quienes aman la naturaleza, la tranquilidad y los espacios con historia. Su ubicación estratégica, sus precios accesibles, y su compromiso con la conservación lo convierten en una alternativa inmejorable para quienes desean una experiencia diferente, real y profundamente humana.
El parque acuático El Texcal se encuentra dentro del parque ecológico del mismo nombre, ubicado en el municipio de Jiutepec, Morelos.
Entre sus principales atractivos, cuenta con 4 toboganes gigantes que desembocan en una enorme alberca; lánzate desde lo más alto y disfruta de la adrenalina de deslizarte por sus tubos hasta caer en el agua.
También cuenta con otras albercas de gran tamaño, a las cuales llaman monumentales por su diseño y forma. Una de ellas es una alberca de olas y otra una fosa para clavados.
Los servicios que se pueden disfrutar dentro del balneario son:
-* Restaurante
-* Zona infantil
-* Instalaciones deportivas
-* Estacionamiento
-* Áreas para acampar
-* Vestidores
-* Salón para eventos
Horario
Lunes a domingo de 09:00 a 18:00.
Tarifas
Entrada general: $50
Ubicación
Carretera Federal Cuernavaca-Cuautla km 14.5, Zona de Reserva Ecológica El Texcal, Jiutepec, Morelos











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